¿Forman parte de tu vocabulario habitual el «tengo que», «debo», «debería» o el «hay que»?
¿Utilizas éstas otras expresiones, que aparecen subrayadas, muchas más veces que las anteriores?
- «quiero estudiar… «
- «prefiero organizarme… «
- «elijo estar… «
- «prefiero estar… «
- «quiero ir… «
- «deseo aprobar… «
«Sí»
En caso de responder con un «sí», puedes ahorrarte la lectura de este artículo, ya que, con esas palabras demuestras tomar la responsabilidad de lo que te ocurre y llevar el control sobre todo aquello que está a tu alcance. Y ambas cosas son clave para conseguir los resultados que buscas. Si aun así no consigues fácilmente lo que deseas, hay otras cosas sobre las que necesitas trabajar pero ésta no es una de ellas. Y, créeme, tienes una gran parte del camino ya recorrido
«No»
Si la respuesta ha sido «no», puedes sacarle gran partido al contenido de este artículo. Y no sólo para cuando estudias, sino para cualquier otro ámbito de tu vida. Ya en algunas otras ocasiones te he hablado acerca de lo productivo que es hablar de cierta manera y lo dañino que es hacerlo de otra. En la sección de Referencias, más abajo, tienes algunos enlaces
Compara lo que te transmiten ambas expresiones en los siguientes ejemplos
- «tengo que estudiarme esto antes del Viernes» y «quiero estudiarme esto antes del Viernes»
- «debo organizarme mejor» y «prefiero organizarme mejor»
- «tengo que estar descansando en este momento» y «elijo estar descansando en este momento»
- «debería acordarme de ir a ese sitio» y «quiero acordarme de ir a ese sitio»
- «debería estar más fresco antes de empezar la sesión de estudio» y «prefiero estar más fresco antes de empezar la sesión de estudio»
- «tengo que ir a la biblioteca para leer este libro» y «quiero ir a la biblioteca para leer este libro»
- «debo aprobar este examen para presentarme al siguiente enseguida» y «deseo aprobar este examen para presentarme al siguiente enseguida»
- «hay que hacer esto ya si queremos presentar el documento a tiempo» y «prefiero que hagamos esto ya para presentar el documento a tiempo»
¿Por qué necesitas cambiar tu forma de hablar?
- Porque así estás en control de la situación en lugar de estar a merced de ella. ¿Notas alguna diferencia entre «me han suspendido el examen» y «he suspendido el examen»? Aquí ocurre lo mismo
- Porque con ello tomas responsabilidad sobre lo que te ocurre. Es decir, no dejas que el azar, otras personas o el «no sé qué» dicten lo que te está pasando y eso, si lo has probado alguna vez, sabrás que es poderoso. Tu autoestima es la gran beneficiada y, no en vano, ella es la principal «responsable» de que te ocurra lo que te ocurre
¿Qué cambiar?
Igual que en los ejemplos de arriba, diciendo lo mismo pero distinto 😉
- «tengo que», por quiero, prefiero, elijo, deseo
- «debo», por idem
- «debería», por prefiero
- «hay que», por prefiero
¿Cómo?
En tres fases:
- Te das cuenta de que has utilizado la expresión antigua, después de haberla dicho. Ejemplo: «tengo que ir a esta biblioteca a conseguir ese libro. Son las cuatro de la tarde y… ¡Ahí va!, ya lo acabo de hacer. He dicho ‘tengo que’ pero quiero decir ‘quiero’«
- Te das cuenta mientras lo dices. Ejemplo: «debo aprobar (¡vaya!, otra vez) si no quiero tener que matricularme de nuevo. En realidad quiero decir que deseo aprobar para evitar matricularme de nuevo»
- Te das cuenta antes de decirlo y lo evitas. Ejemplo: «prefiero relajarme antes de comenzar la sesión de memorización»
¿Desde cuándo?
¿Cómo que desde cuándo? 🙂 ¡Desde ya mismo!
Referencias:
Artículos: Compararme sí, pero conmigo mismo; Estudiar/Leer es muy difícil; Imagen: Flickr
Luis García Carrasco dice
Cómo mejorar tus resultados sin esfuerzo, sólo vigilando la lengua (I): ¿Forman parte de tu vocabulario habitual e… http://bit.ly/amDLNa
Susana Garcia Gutierrez dice
Luis, totalmente de acuerdo con ello. ¿Puedo añadir un par de sugerencias para que este cambio sea más efectivo? Espero que me permitas esta intromisión.
– En las fases 1 y 2, cuando se da uno cuenta de lo que se ha dicho, repetir la frase anterior utilizando las nuevas palabra. Como tú dices, que me he dado cuenta que he usando «tengo que», entonces reconstruyo nuevamente la frase y utilizo el «quiero» por ejemplo. ¿Para qué repetirla? Porque además de conciencia le damos a nuestra mente la oportunidad de ir tomando expresiones nuevas que luego van saliendo de forma más natural.
– Yo además, provoco en mis clientes que jueguen con esto. El juego puede consistir en poner una moneda de un valor prestablecido (por ejemplo 10Cts) cada vez que utiliza una de esas palabras prohibidas. Cuando la hucha crece te das cuenta de la cantidad de energía que has gastado y el hecho de poner el dinero implica una mayor toma de conciencia.
Espero que esto ayude. Desde luego, yo lo hice en el pasado y ahora lo comparto con clientes y amigos. ¡Los cambios son increibles!
Luis dice
Hola Susana:
Gracias por tu aportación. Muy útil 🙂
Un saludo,
Luis
jean dice
Una pregunta, ¿esta es la voz de la conciencia? ¿O cuál es?
Luis dice
Hola jean:
Es simplemente la voz de tu mente, que es distinta a tu conciencia.
Un saludo,
Luis