¿Por qué es recomendable y hasta «obligatorio» que te premies cuando consigues algo que te acerca a conseguir tu objetivo?,
- ¿es necesario?,
- ¿te beneficia en algo?,
- ¿te puede perjudicar?
Por ejemplo: tu objetivo es algo de tanta envergadura como estudiar y aprobar una carrera. Estás en el primer curso y apruebas el primer examen al que te presentas.
¡Celébralo! 🙂 Te quedan muchos, te queda mucho tiempo hasta que hayas conseguido licenciarte pero da igual.
¡Celébralo! Vamos a ver, por supuesto, si el siguiente examen lo tienes al día siguiente, date un tiempo, fíjate una fecha no mucho después de acabar toda la primera tanda de exámenes para celebrar ese primer y todos los demás exámenes que hayas aprobado.
Otro ejemplo
Quieres aprobar unas Oposiciones (pruebas de acceso a los cuerpos de la Administración o el Estado en España – Postular, en otros países) y acabas de registrarte a las pruebas. No has hecho nada más. Bueno, pues sin haberlas aprobado, ya puedes celebrar que has dado un paso que te acerca a tu objetivo de aprobar: te has registrado 🙂
En realidad eso puede que no te parezca lo suficientemente importante como para hacer una celebración. Depende de tus circunstancias personales, podría estar de acuerdo o no contigo.
Pero fíjate en lo siguiente. Dejando a un lado la inscripción en las pruebas. ¿Qué es una de las primeras cosas que deberías hacer? Si quieres ahorrar tiempo estudiando, hazte con todo el material antes de empezar (todo o todo lo posible).
Para poder hacer una planificación de estudios seria y realista, necesitas saber cuánto tienes que estudiar.
Yo no pospondría más la primera celebración una vez que me hubiese hecho con todos los libros, apuntes, fuentes de información y material que voy a necesitar para estudiar la Oposición.
No hace falta que los compres todo o que lo tengas todo contigo en este mismo momento. Pero sí por lo menos haberlo tenido en las manos y haberlo ojeado lo suficiente para hacerte la idea del tiempo que vas a tener que emplear en estudiarlo.
En el caso de los libros, puedes ir a la biblioteca; en el caso de los apuntes, mira los tuyos (y ves si necesitas completarlos con los de algún compañero o con otras fuentes); en el caso de material, mira si lo puedes conseguir todo fácil y rápidamente o si tienes que pedir con mucha antelación algo que vayas a necesitar.
En control de la situación
En este momento ya tienes bajo tu control la cantidad de material que necesitas para prepararte y aprobar esa Oposición.
Si piensas que no debes recompensarte todavía, no estoy de acuerdo contigo, pero esto no rompería nuestra amistad si justo después de haber terminado con la planificación (que te ha puesto en bandeja la recopilación de datos, libros, material y apuntes) haces una primera celebración. Te das un premio por haber hecho que estés más cerca de conseguir tu objetivo: Aprobar la Oposición.
¿Cómo celebrarlo?
Todo lo mejor que se te ocurra. Y ello no tiene por qué ser gastándote dinero. En absoluto. Si tienes mucho y quieres gastarlo así, adelante.
Pero el beneficio no va a ser mayor cuanto más dinero gastes en ello. Hay gente para la que el premio podría ser acercarse a la playa, al campo o a la montaña solos o acompañados y pasar unas horas disfrutando del tiempo libre. Algo que no hacen habitualmente pero que les encanta.
Otros ejemplos
- Ir al cine
- Ir a cenar a un restaurante
- Dar un paseo en bici
- Coger el teléfono y llamar a alguien con quien hace mucho tiempo no tenías contacto
- Planificar un día para estar con alguien en un ambiente fuera de la monotonía diaria (pareja, hijos, amigos, padres, …)
- Darte un par de horas para dibujar
- Darte el tiempo para acabar de leer ese libro con el que disfrutas tanto pero para el que nunca encuentras el momento
- …
Lo importante en todo esto, para que de verdad tengas la sensación de que es un premio que te das y que lo disfrutes, es que lo que quiera que hagas no sea algo que haces habitualmente y sí que te guste mucho. Algo con lo que disfrutes.
Porque si es algo que no se sale de lo normal, que no te saca de la rutina, entonces la celebración pierde todo el sentido.
Ahora sí, ¿por qué?
- Porque te lo mereces
- Porque es divertido
- Porque te hace ilusión
- Porque estás más cerca de conseguir tu objetivo
- Porque no se trata de sacrificarse sino de disfrutar
- Porque te deja listo para dar el siguiente paso con buena disposición (con alegría y ganas de seguir adelante)
- Porque te lo mereces
- [ ¿qué más se te ocurre?, seguro que mucho más]
Atención: El premio no es el objetivo
No cometas el error de tener la celebración como objetivo.
Es decir, imagínate que si apruebas el siguiente examen lo vas a celebrar «por todo lo alto» y eso significa que vas a tirarte en paracaídas a una altura de 3.000 metros en el desierto de Namibia. Estupendo si tienes dinero y tiempo para hacerlo. Pero mal, muy mal si tu objetivo es tirarte en paracaídas a 3.000 metros de altura.
Tu objetivo debería ser algo así como terminar la carrera para poder dedicarte profesionalmente a lo que te gusta, a tu pasión. Por ejemplo.
Peligro: Buscar la aprobación de los demás
Si estás esperando aprobar el examen o la Oposición o la carrera para satisfacer los deseos de otras personas (tus padres, tus amigos, tu pareja, …), hay algo que no funciona bien en algún sitio. Haz las cosas por ti mismo.
Sabes ¿por qué estudiar para los demás te hace infeliz?.
El hecho de buscar la aprobación de otras personas significa, el 100% de las veces, falta de autoestima. Sí, así es. A mí me llevó bastante tiempo darme cuenta de ello. Pero al final decidí que los demás debían quererme por lo que soy y no por lo que consigo. La vida es más fácil de esa manera.
Y… ¡qué curioso! Así es beneficioso y más sano para todos.
A menudo, si no siempre, el hecho de buscar la aprobación externa a nuestros actos nos viene de la infancia. Cuando nuestros padres nos decían cosas como: «si sacas un «10», te regalamos ese juguete que tanto quieres». Craso error en ambos casos (que no «crasos») tras haber logrado el «10»:
- Tanto si nos lo regalaban, porque estaban dejando claro que nos recompensaban por las cosas que hacíamos que a ellos les parecía correcto, las cosas que ellos querían;
- como si no nos hacían el regalo. Seguramente más dañino para la autoestima que la opción anterior, ya que, después de haber cumplido tu parte del trato, se incumplía por el otro lado sin que tú siquiera pudieses rechistar
El resultado sería ligeramente distinto si se premiase el esfuerzo, independientemente del resultado (haber aprobado o no). Todo esfuerzo conlleva una recompensa por naturaleza: el haberse superado, el conocerse un poco más, el haber crecido, independientemente del resultado.
Elige tú mismo
La celebración es tuya. Tú lo has conseguido. Tú eres quien decide cómo va a ser esa celebración, premio o recompensa que te vas a dar. Sólo tú sabes qué es lo que te gusta.
Y ahora, ¡adelante! Planifica la (siguiente/primera) celebración. Recuerda no tenerla como objetivo. Pero sí como demostración de que te quieres y valoras a ti mismo y de que ¡estás más cerca de lograr tu objetivo!
Información Bitacoras.com…
Valora en Bitacoras.com: ¿Por qué es recomendable y hasta ?obligatorio? que te premies cuando consigues algo que te acerca a conseguir tu objetivo?, ¿es necesario?, ¿te beneficia en algo?, ¿te puede perjudicar? Por ejemplo: tu objetivo es algo de …