- Planifica los 7 días siguientes y llénalos de actividades. Mantente activ@ y ocupad@ todo el tiempo. Desde:
- Cosas en casa:
- recoger la habitación de estudio,
- poner orden en casa,
- lavar la ropa,
- fregar los cubiertos,
- leer un libro (o dos o tres)
- …
- Fuera:
- con amig@s
- a hacer deporte
- a visitar a alguien conocido
- a un concierto
- dar un paseo en bicicleta y acompañad@
- …
- Cosas en casa:
- Haz algo que hayas estado posponiendo para después del examen:
- tanto cosas que te apetecían mucho hacer
- como papeleos u obligaciones que estuviesen esperando a que terminases. Quítatelo de encima
- Cambia de ambiente. Una salida de al menos dos días (fin de semana, por ejemplo) a algún sitio completamente distinto al que estabas cuando estudiabas y, si puede ser, lejano, de difícil acceso o de donde te cueste cierto tiempo volver (por ejemplo, porque el transporte no sea frecuente). Presta atención a todo lo diferente que hay a tu alrededor (personas, animales, cosas). Ocupa tu mente observando lo que te rodea
- Identifica muy claramente lo que sientes, busca en tu interior. ¿Rabia?, ¿dolor?, ¿frustración?, ¿decepción?, ¿miedo al fracaso?, ¿inseguridad?, ¿miedo al «qué dirán»?, ¿vergüenza?, ¿tristeza?, … Y para hallar las respuestas:
- medita
- habla y cuenta muchas veces lo que sientes
- escribe lo que sientes, suéltalo todo
- Identifica los puntos en los que has fallado. Date al menos 1 día después de saber el resultado y antes de empezar el análisis. En ese día, por supuesto, debes mantenerte ocupad@
- Busca en sitios como contestaciones erróneas (si tienes la oportunidad de ver la corrección del examen), planificación incorrecta (si te ha faltado tiempo para estudiar y no te aprendiste cosas que luego preguntaron en el examen), falta de motivación, agotamiento físico y mental, estrés, falta de seguridad en ti mism@, bloqueo mental por nervios, …
- Pregúntate qué vas a hacer a partir de este momento
- Pregúntate qué harás para la próxima vez sabiendo lo que sabes ahora
- Asume la responsabilidad de lo ocurrido («he suspendido» en lugar del «me han suspendido»)
- Encuentra qué hay de positivo en haber suspendido. Siempre hay algo aunque puede que esté muy escondido. También es posible que no encuentres respuestas hasta que pase un tiempo
- Ponte en el lugar de otras personas, animales o cosas y mira desde otra perspectiva al asunto. Pregúntate qué harían ellas en esa misma situación. Piensa qué diría tu hijo/primo/sobrino/… de 5 años, la vecina del 3º piso ya jubilada, el vagabundo que viste en la calle hace dos días, el gato de los del Bajo B, la flor de una maceta, … ¿Ridículo? Puede parecerlo pero quizás te vas a sorprender de las respuestas que obtienes en esos casos
- Si va a haber próxima vez,
- ¿cómo lo vas a hacer para que no ocurra lo mismo?
- ¿qué harás nuevo, qué cambiarás, qué no harás sabiendo lo que sabes ahora?
AMAPOLA dice
Hola Luis, yo he tenido la «suerte» de suspender una oposición por una pregunta, y para más inri por pasarla mal al cuadernillo de respuestas (y si la huebiese puesto bien ahora mismo sería funcionaria).
He pasado por todos los pasos que describes aunque todavía no le he visto el lado positivo y aún hoy, un año y pico después todavía me produce ansiedad el recordarlo y sobre todo ponerme a estudiar.
En mi caso, lo que voy a hacer nuevo es aplicar todas las técnicas que aparecen en este blog y que espero que me ayuden a superarme y por supuesto a sacar la plaza.
Gracias por tu blog
Luis dice
Hola AMAPOLA:
Siento lo que te ocurrió. Es muy desafortunado.
¿Has probado a poner en práctica lo propuesto por Susana en el siguiente comentario al tuyo? Es muy importante sacar esas perspectivas fuera de la tuya propia en primera persona y aprender de ello.
En cuanto a la ansiedad, se me antoja recomendable tratarla para erradicarla y borrar la mala huella que ha dejado en ti. No ya borrar el recuerdo sino lo que te evoca.
Un saludo,
Luis
Susana García Gutiérrez dice
Hola Luis,
¡Enhorabuena por este post!
Te explicaré que en él, sobre todo, hay mucha toma de conciencia y enfocado al cambio y a la acción. Uhmmmm, ¿de que me suena eso? … pues es puro coaching enfocado en este tema, por lo que me parece una genial idea hacérselo llegar a tus lectores.
Pasa de la toma de conciencia de las emociones, creencias limitadoras, así como de qué se ha hecho para llegar a esa situación. Se sitúa en observador para ver, desde fuera, otros puntos de vista y recoger información y con todo ello. Por último genera nuevo objetivo con el feedback recibido y se enfoca en qué hara de distinto para que las cosas cambien.
Si pusiese alguna objeción es que a algunas personas les resulta difícil ese trabajo de introspección y de reconocerse como autores materiales de la situación. En este caso, aporto lo siguiente:
Observar alguna situación conflictiva, hacer la prueba de empeorar dicha situación hasta lo máximo que se pueda … eso demuestra que la persona tiene el dominio de la situación y que si ha sido capaz de empeorarla también puede ser capaz de mejorarla … por tanto le permite percibir que cambiar está en sus manos.
Luis dice
Hola Susana:
Gracias por tu nueva aportación 🙂 De enorme utilidad para los lectores de El Arte de la Memoria.org
Un saludo,
Luis