Lo puedes llamar «miedo» o
nervios, pánico, pavor, temor, duda (de poder hacerlo bien), inseguridad, …
[Si sientes Curiosidad por saber cuándo se experimenta, qué se experimenta, por qué, por qué se trata de un simple error tuyo y cómo subsanarlo, sigue leyendo más abajo]
Cuándo se «sufre»
Habitualmente el momento más intenso llega cuando la fecha del examen está muy cerca, durante los días previos a la gran cita y puede prolongarse hasta poco después de tener el enunciado (las preguntas) delante, una vez te dispones a empezar.
[Si sientes Curiosidad por saber qué se experimenta y por qué, por qué se trata de un simple error tuyo y cómo subsanarlo, sigue leyendo más abajo]
Qué puedes experimentar exactamente
Lo más común es:
- oyes una voz o voces internas que te repiten incesantemente, por ejemplo: lo difícil que va a ser; lo poco que recuerdas; lo mal que has dormido en las útltimas noches; que tienes mucho sueño; qué pasará si suspendes; lo que te perderás si no apruebas; por qué no habrías estudiado más; si hubieses aprovechado mejor el tiempo, ahora estarías mucho mejor preparad@; también te puede estar dando un repaso a las lecciones aprendidas pero mezclando datos entre sí y avisándote que no recuerdas mucha información importante; … Puede llegar a ser un gran galimatías
- sientes los latidos de tu corazón (acelerado) o simplemente
- pulso (demasiado) acelerado
- dolores de estómago, acompañados del embarazoso rugir de los intestinos (ésto me empezaba a ocurrir a mí momentos antes de presentarme a los primeros exámenes de Universidad y duraba al menos hasta alcanzar los primeros 30 minutos de la prueba)
- temblor en las manos, especialmente en la que utilizas para escribir
- el cuerpo entero está en tensión
- …
[Si sientes Curiosidad por saber por qué ocurre, por qué se trata de un simple error tuyo y cómo subsanarlo, sigue leyendo más abajo]
Por qué ocurre
Todo lo anterior es fruto del trabajo anterior que ha realizado tu mente durante la preparación del examen elaborando una proyección mental hacia el futuro. Ha hecho una predicción de lo que va a ocurrir. Se ha adelantado a los hechos. O, dicho de otra forma, antes del examen te has ido imaginando cosas (consciente o inconscientemente) del estilo de: «va a ser muy complicado; te va a costar mucho; probablemente (o seguro) que vas a suspender; no vas a conseguir tu objetivo; hay mucha más gente mejor preparada que tú; no tienes lo que hay que tener para conseguir el aprobado (o la máxima nota); éstas son las sensaciones que vas a tener: frustración, impotencia, fracaso, tristeza, decepción; …»
De forma consciente o no, has visualizado o te has imaginado cómo podrían ser las cosas el día del examen y después del mismo pero una vez que no hayas conseguido tu objetivo, todo desde una perspectiva negativa.
[Si sientes Curiosidad por saber por qué se trata de un simple error tuyo y cómo subsanarlo, sigue leyendo más abajo]
¿Por qué no procede la proyección mental hacia el futuro?
Porque te estás inventando lo que va a pasar. Es más, lo estás creando. Estás sembrando el campo de cultivo con las semillas equivocadas. Estás diciéndote a ti mism@ lo que va a ocurrir sin que haya pasado.
¿Has vivido alguna vez una situación radicalmente opuesta a la que habías imaginado en el pasado que pasaría? Yo sí, muchas veces. Para muestra un botón: durante toda mi vida de profesional de la Ingeniería Informática y en los momentos más duros, de estrés más intenso y prolongado en el tiempo, de máxima responsabilidad, los cuáles eran los momentos en los que menos dormía, menos descansaba, menos cuidaba de mí mismo (mi pareja, familia, amigos); ni siquiera en esos momentos me planteaba la posibilidad de dejar el trabajo. Para mí no había otra alternativa porque lo que ocurriría si yo dejaba el trabajo (aquí es donde entraba en juego mi propia proyección mental hacia el futuro) era, sencillamente el fin del mundo. No tendría sitio donde alojarme ni comida con la que alimentarme. Pues bien, a fecha de hoy (09 de Noviembre de 2009) han pasado ya más de 2 años desde que dejé voluntariamente la Informática y, de lejos y sólo de momento, han sido los 2 mejores años de mi vida. Ni me he muerto de hambre, ni mi hija ni mi pareja tampoco, ni me he tenido que ir a vivir debajo de un puente ni me he convertido en un infeliz. Aunque eso era lo que yo siempre había pensado durante toda mi vida que me ocurriría si alguna vez me quedaba sin trabajar voluntaria o involuntariamente.
Lo que ocurría era que me imaginaba cómo tendrían que ser las cosas en el futuro si pasase algo a lo que yo tenía mucho miedo y luego, cuando al final ocurrió el suceso, viví algo completamente distinto. Pasó todo lo contrario a lo que yo esperaba.
[Si sientes Curiosidad por saber finalmente cómo subsanar el error, sigue leyendo más abajo]
Cómo acabar con ello (con el miedo)
Lo más poderoso con lo que me he encontrado para no tener miedo a algo, como es el hecho de presentarme a un examen, sea del tipo que fuere pero sobre todo trascendente, es la Curiosidad. A lo mejor estabas esperando algún método complejo en el que te enumerase una serie de pasos a seguir. Mucho más sencillo que eso: Curiosidad.
- ¿Qué va a ocurrir?
- ¿Cuáles serán las preguntas?
- ¿Cómo estará estructurado?
- ¿Cuál será el nivel de dificultad de la prueba?
- ¿Preguntarán sobre ésto o… sobre lo otro?
- ¿Cómo seré capaz de desenvolverme?
- ¿Hasta dónde llegaré respondiendo?
- ¿Me dará tiempo a dar al menos un repaso a todo?
- ¿Cuáles serán las sensaciones que tendré durante y después del examen?
- ¿Qué oiré?
- ¿Responderé a todo tan rápidamente como planeo?, ¿más rápido incluso?
- ¿Tendré tantos reflejos a la hora de responder como yo quiero o tendré más porque estaré más alerta?
- ¿Cómo me sentiré después, una vez haya acabado?
Con las preguntas anteriores pones tu Curiosidad en funcionamiento y das un cambio radical de orientación a tu preparación para el examen. Pasas de un futuro oscuro en el que la salida es negativa, a una incertidumbre constructiva, positiva y de buenos augurios. Cuanto menos, lo que haces es dejar abiertas las puertas a todo lo bueno que pueda pasarte en ese momento futuro y en lo que venga después. En cierto modo, estás construyendo tu futuro. Aunque con lo que en realidad quiero que te quedes es que siendo curios@ acerca de lo que te pueda ocurrir en el momento (futuro) de hacer el examen consigues acabar con el más arraigado de los miedos.
Propuesta
Para el próximo examen empieza a hacer lo siguiente: elabora la lista de preguntas que te vas a ir haciendo desde ya mismo. Puedes utilizar la lista anterior aunque no la dejes así, modifícala y añade, sobre todo añade tus propias y únicas preguntas que estarán escritas de forma constructiva y positiva. Empieza a preguntarte por la prueba, por lo que será antes, durante y después de la misma. Siente Curiosidad por averiguarlo, por sentirlo, por oírlo, por vivirlo y, mientras tanto, disfruta de todo ello.
Fuente: Foto
ESTEFANIA BARRERA dice
discúlpame pero el pánico al examen no funciona así de solo leer las preguntas presente todos los sintomas la curiosidad q vos decís no ayuda para nada porq uno tien la imagen negativa de lo q va a ocurrir y ningún profesor te dice te voy a preguntar esto y solo esto. no tenes ni idea de lo q estas hablando. la solución es un psicólogo antidepresivos ansiliticos mucha actividad física y al momento del examen no pensar en las posibilidades sino en contestar si se sabe y si no se la pilotea porq la meta es aprobar y con la idea q va ir mal no se aprueba.
laura dice
Soy opositora, y dentro de poco tengo unas pruebas a las que presentarme , aunque ésta vez he ido un poco más allá y he decidido prepararme unas «de las gordas». Se acerca la fecha del examen, y tengo pensamientos del estilo:¿quien me mandará a mí meterme en éstos berenjenales? o ¿en qué momento se me pasó por la cabeza que íba a poder con ésto?
gracias a éste artículo voy a pensar que, probablemente todo el mundo (o casi) estarán como yo, y que voy a utilizar la prueba para medir mis fuerzas en éste tipo de pruebas,así que ahora mismo voy a hacer la lista.
Luis dice
Hola Laura:
¡Estupendo! 🙂 Curiosidad es la clave.
Un saludo,
Luis