¡Balones fuera!
¿Has oído alguna vez frases como las siguientes cuando alguien suspende un examen?, ¿sueles decirlas tú también?
- «me han suspendido»
- «lo han puesto tan difícil que es imposible aprobar»
- «tenían que aprobar como máximo al 5% de la gente que nos presentábamos y así no hay manera»
- «sólo por un pequeño error, no me han aprobado»
¿y qué hay de estas otras?
- el muy extendido: «yo no valgo para estudiar«
- «el nivel es tan alto que por eso luego es tan difícil»
- «hay demasiada competencia»
- «es que no me concentro»
- «es que esto no me motiva»
- «es que odio lo que estoy estudiando»
¿Quién tiene el control?
Hablando de esa manera le cedes el control al mundo exterior. El profesor te ha suspendido a ti; ell@s te lo han puesto tan difícil que así no; ell@s han aprobado a muy poca gente y tú no estás entre l@s elegid@s; un error te ha impedido conseguir el aprobado; la competencia (tus enemig@s) está fuera; …
Incluso con el «es que» de las últimas frases sigues sin tomar plena responsabilidad de la situación actual.
¿Cuál es la solución?
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Toma conciencia de que el problema existe
- Una vez te das cuenta de que tienes un problema, la solución está a tu alcance. Si no se da este caso, el problema se perpetúa, va a más. Puede tomar otra forma, puede darse en otra situación pero seguirá estando presente. Tú eres quien ha suspendido; no a quien han suspendido otras personas
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Asume la responsabilidad absoluta
- Toma posesión del problema: «Yo no estoy entre el 5% de aprobados»; «Yo he cometido el pequeño error por el que he suspendido»
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Manos a la obra (introspección)
- Ahora obsérvate, busca la fuente del error. Lo que te ha pasado no es que hayas sufrido un fracaso sino que has recibido información, has conocido el resultado, la salida (aunque no precisamente lo que buscabas) de algo que has hecho. Ha ocurrido u ocurre algo que no quieres que pase (suspenso, falta de concentración, motivación, odias lo que estudias, …) y ahora necesitas procesar los datos que te vienen de vuelta:
- ¿Qué te hace sentir como te sientes?,
- ¿en qué piensas?,
- ¿qué oyes?,
- ¿te repites algo mentalmente una y otra vez?
- ¿que deberías haber hecho de otra forma?,
- ¿qué deberías haber hecho?,
- ¿qué deberías no haber hecho?
- Ahora obsérvate, busca la fuente del error. Lo que te ha pasado no es que hayas sufrido un fracaso sino que has recibido información, has conocido el resultado, la salida (aunque no precisamente lo que buscabas) de algo que has hecho. Ha ocurrido u ocurre algo que no quieres que pase (suspenso, falta de concentración, motivación, odias lo que estudias, …) y ahora necesitas procesar los datos que te vienen de vuelta:
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Ayuda externa, si necesario
- Sólo si lo necesitas, acude a la ayuda externa. Aunque es importante que estés segur@ de que tanto la responsabilidad como las respuestas, están en ti. Éstas ya las tienes, lo que ocurre es que no has dado con ellas… todavía.
Referencias: Entrada de MIKA en el foro, Foto
Me ha gustado bastante esta entrada, y lo mejor es que se puede aplicar a cualquier faceta de la vida.
Es una de esas cosas que resultan obvias pero que te tienen que decir para que abras los ojos. Muchas gracias por escribirla.
Saludos
Hola Raúl:
Gracias, me alegro de que te guste. Es verdad, demasiado a menudo buscamos fuera de nosotr@s lo que ya tenemos en abundancia.
Un saludo,
Luis