¿Quieres aprobar o sacar las notas más altas igual que lo hacen otros compañeros tuyos de clase y no sabes cómo? ¿ves que todo te resulta muy difícil y te sientes inferior a otras personas que consiguen sacar notas muy altas y encima parece que no les cuesta nada? ¿te estás preparando una prueba que muy poca gente consigue superar, como es el caso de las oposiciones o pruebas de acceso a la Administración, Ministerios, Ayuntamientos, …?
Si tu respuesta es sí, entonces es que o no te copias o no te sabes copiar correctamente.
¿De quién debes copiarte?
Seguro que ya te lo imaginabas, de aquéllos que saben más. De aquéllos que sacan las mejores notas, de los que consiguen los resultados más altos. De ese porcentaje tan bajo de personas que superan la prueba que ansías.
¿Cuál es el mejor momento para copiar?
Antes del examen, mucho antes. Cuanto antes, mejor. «¡Pero bueno!, ¿de qué estás hablando?» dirás. Está claro que para copiarte en un examen necesitas saber las preguntas y tener delante la respuesta de uno de tus compañeros, si no, no puedes copiarte. Efectivamente, tienes toda la razón. Pero esa es la forma en la que vas a conseguir los resultados más pobres, copiándote en un examen. Pobres en el tiempo, quiero decir. Si tienes la buena suerte o la buena elección de copiar de un compañero que tiene la respuesta correcta y el profesor no te pilla, entonces fenomenal para ese único examen. Pero yo te quiero hablar de resultados duraderos, me refiero a aprobar y sacar siempre las mejores notas y todo ello sin correr el riesgo de que te cojan y que te suspendan directamente por copiar en el examen.
¿Qué debes copiar?
Muy fácil. La forma en la que estas personas aprueban siempre todo. Su forma de estudiar. Su forma de memorizar, sus hábitos.
Por ejemplo, ¿crees que tu compañera Estercita, a la que todo el mundo conoce despectiva e injustamente por «Gordopilo» (apodo creado por el dúo de humor periodístico español Gomaespuma que no es nada más que otra forma de decir «empollón» o «sabelotodo») es más inteligente que tú y que por eso aprueba? ¿porque tú no sirves para estudiar y ella sí? Pues permíteme que lo dude. Pero incluso si así ocurre, eso no quiere decir que tú no puedas sacar las mismas notas o mucho mejores incluso. ¿Y sabes por qué? Porque tu mente es tremendamente poderosa. Mucho más de lo que puedas imaginar. Lo habrás leído en otras ocasiones en los artículos de este «blog». Nunca me cansaré de decirte ésto. Puede conseguirte lo que tú quieres, si le dejas hacerlo y si le pones en bandeja las herramientas que necesita.
Piénsalo un momento: ¿Cuáles son las grandes diferencias entre «Gordopilo» y tú? No me digas que la inteligencia porque eso no me vale. Intelectualmente tú eres capaz de tanto o mucho más que ella. Lo que ocurre es que «Gordopilo» probablemente sabe mejor que tú:
- cómo estudiar
- cuándo hacerlo
- qué comer y qué no comer para que su cuerpo le permita rendir al máximo,
- que fumar y beber alcohol no le ayudan en nada y sí le perjudican en mucho a la hora de estudiar
- que su forma física afecta directamente a su rendimiento, cuando se encuentra fuerte, resistente y flexible, consigue mucho más y mejor
- si su nivel de energía es bajo, se encuentra débil, sin ganas y cansada, le cuesta mucho hacerlo todo y entonces decide ponerse manos a la obra para volver a un nivel alto de energía
- cuándo estudiar, cuáles son los momentos en los que su rendimiento es máximo
- que la televisión y los videojuegos son una pérdida de tiempo
¿Cómo copiar?
Fíjate en «Gordopilo»: ¿qué hace? ¿está atenta en clase? ¿va a las tutorías para hablar y preguntarle al profesor?, ¿pasa sus apuntes a limpio?, ¿hace deporte?, ¿se divierte con sus amigos/as?, ¿lleva una vida equilibrada y no por ello aburrida, sino todo lo contrario?, ¿estudia muy poco pero a menudo o mucho y la última noche antes del examen?, ¿utiliza algún método para leer más rápido, para memorizar?, ¿sólo estudia el libro que el el profesor os ha dicho o también utiliza otros para tener una mejor idea de lo que estudia?
Si esta persona no deja que te copies de ella, es decir, si cuando hablas con ella le dices cosas como: «Gordopilo, déjame un lápiz» o «Gordopilo, eres una gordopilo», entonces seguramente ella no te va a dejar que averigües nada o casi nada sobre ella. Vamos, que a menos que utilices tus habilidades como espía, poca información vas a sacar.
Si en cambio te acercas a ella llamándola por su nombre, respetándola como persona que es e interesándote genuinamente por ella y lo que hace, seguro que no pondrá ninguna objeción a compartir contigo sus técnicas de estudio. Una vez llegado ese momento, pregunta y toma nota. Absorbe, quédate con todo lo que hace.
Ahora llega el momento de probar, de poner en práctica todo lo que ella te ha contado, de lo que has observado. Se trata de hacer lo que para Estercita funciona tan bien. Necesitarás modificar cosas, verás que para ti la forma «X» de leer te viene mejor si lo haces cambiando el sitio en el que lees; a ella le gusta la biblioteca pero a ti te gusta y lees más deprisa leyendo en tu habitación si escuchas música clásica; ella no hace nada de deporte y a ti te gusta estar en forma y encima ves que cuando estás bien físicamente rindes mucho más; que te resulta más fácil estudiar por las noches en lugar de por las mañanas, como hace ella; … Pues adelante. Cambia todo lo que veas te beneficia. Para ello tienes que probar, experimentar. No te ciñas exclusivamente a lo que le funciona a Estercita. Sois seres únicos y lo que funciona muy bien para uno puede no funcionar tan bien para el otro y viceversa.
Importante: Durante y después del «proceso de copia» 😉 habla con Estercita. Cuéntale lo que te viene bien y lo que no, tus progresos. Las cosas que modificas, todos esos cambios que a ti te vienen bien. ¿Por qué? Pues porque a lo mejor no solamente es ella quien tiene la capacidad de enseñarte a ti. Tú también tienes la capacidad de enseñar y ayudar a mejorar la vida de los demás. De esta forma todos ganáis.
En definitiva:
Busca a esa persona o grupo de personas que consiguen los mejores resultados. Acércate a ellos. Pregunta, fíjate, «estudia» cómo lo hacen. Pon en práctica lo que has aprendido, quédate con lo que te funciona y añade, modifica o elimina para conseguir los resultados que quieres. Así de fácil 😉
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